miércoles, 26 de enero de 2011

Corazón

Foto: Srta. Insomnio
Rojo.
Rojo y grande.
Rojo, grande y lleno.
Muy muy lleno.
Llenísimo.

Así lo tengo.
Y que eso no cambie nunca.
La misma sensación que cuando mueres de calor y respiras una bocanada de aire frío.
Que cuando tienes frío y tocas algo ardiendo.
El alivio de sentir que se te llena el pecho con cada abrazo que das y no te importa nada más en ese momento.

Sólo falta que el miedo no aceche detrás de la ventana.
O debajo de la cama.
O dentro del armario.
Porque esos son los sitios donde yo quiero estar, ser tu monstruo particular. Las ramas que te abrazan mientras duermes.


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